¿Qué es el método Montessori?
Según María Montessori, los niños absorben como
“esponjas” todas las informaciones que requieren y necesitan para su actuación en la vida diaria. El niño aprende a hablar, escribir
y leer de la misma manera que lo hace al gatear, caminar, correr, etc., es decir, de forma
espontánea.
La Dra. Montessori no estaba de acuerdo con las técnicas rígidas y, frecuentemente, crueles
que se utilizaban en Europa. Basó sus ideas en el respeto hacia el niño y en su
capacidad de aprender, partía por no moldear a los niños como reproducciones de los padres y
profesores.
Concibió a los niños como la esperanza de la
humanidad, dándoles oportunidad de aprender y utilizar la libertad a partir de los primeros años de desarrollo, así el niño llegaría a adulto con la capacidad de hacer frente a los problemas de vivir, incluyendo los más grandes de todos, la guerra y la paz.
El trabajo de María Montessori no solamente era el desarrollar una nueva manera de enseñanza, sino descubrir y ayudar a alcanzar al niño su potencial como ser
humano, a través de los sentidos, en un ambiente preparado y utilizando la observación científica de un profesor entrenado.
Que postula la formación de los seres humanos como personas únicas y
plenamente capacitadas para actuar con libertad, inteligencia y dignidad.
El Método Montessori, es considerado como una educación para la vida y se sirve de los siguientes aspectos
para lograrlo:


Desarrollarse, para responder a las necesidades de su
desarrollo. Libertad para desarrollar el propio control.

Se refiere a los períodos de la edad en que el niño
demuestra capacidades inusuales en adquirir habilidades particulares, es decir, cuando el interés del niño se focaliza a una parte
específica de su ambiente.
Estas sensibilidades que el niño desarrolla
normalmente, ayudan a adquirir las características necesarias para su desarrollo como adulto.
Elementos
que se utilizan para llevar
a cabo la metodología Montessori
Se refiere a un ambiente que se ha organizado cuidadosamente para el niño,
para ayudarle a aprender y a crecer. Este ambiente está formado por dos factores: (a) el entorno y (b) el
material, preparado
de una manera tal que desenvuelvan en él las
partes social, emocional, intelectual, la comprobación y necesidades morales de
un niño, pero también que satisfaga las necesidades de
orden y seguridad, ya que todo tiene su lugar apropiado.
La Dra. Montessori comprobó que preparando el medio ambiente del niño con los materiales necesarios para su periodo de desarrollo en todas las áreas posibles y dejándole escoger su material de trabajo, abriría el camino para un desarrollo completo de su ser, "Libertad
de elección en un
medio ambiente
preparado".
Características de un ambiente preparado




Los ambientes se encuentran divididos en tres niveles:

En Montessori los salones son espacios amplios y
luminosos. Incluyen flores y plantas en un orden absoluto. Los ambientes están
diseñados para estimular el deseo del conocimiento y la independencia en los niños. Además, los pequeños pueden intercambiar ideas y experiencias en medio de un
ambiente especialmente preparado para ellos,
con muebles, materiales e infraestructura a su alcance.
El adulto es el nexo entre el niño y el ambiente preparado, y su meta es ayudarlo a ayudarse,
dejándolo saber que es él quien debe amarse y respetarse, por lo que el adulto debe ser de gran ayuda en la construcción de la confianza en sí mismo del pequeño.
Como el niño debe estar libre, moverse y experimentar
en el ambiente, el papel del adulto es únicamente señalar directrices. Las guías (Maestras o Profesoras)
tienen un papel fundamental ya que deben transmitir conocimientos y formar a los alumnos.
La Dra. Montessori siempre se refirió a las maestras
como "Guías" y su papel se diferencia considerablemente del de la maestra tradicional.
Ella ante todo tiene que ser una gran observadora de
los intereses y necesidades individuales de cada niño.
La interacción de la guía, los niños y el ambiente da como resultado que no existan dos salones Montessori idénticos en su
rutina. Cada uno refleja las características individuales de cada guía y de
cada grupo de niños.
Algunas guías usan únicamente los materiales diseñados
por la Dra. Montessori, otras, en cambio, desarrollan ellas mismas materiales
nuevos o adaptan materiales educativos al salón de clases Montessori.





Está considerada la parte más importante del salón,
ayuda al niño a desarrollar coordinación, concentración, independencia, orden y
disciplina. Abarca los ejercicios para la relación social, la tolerancia y la cortesía, el control perfecto y refinamiento del movimiento.
Se refiere al desarrollo y al refinamiento de los cinco sentidos: vista,
sonido, tacto, olor y gusto. El propósito de los ejercicios es educar los sentidos, así el niño puede aprender sobre el ambiente, y ser capaz de discriminar sus
aspectos más sutiles.
Habilidades de la lengua, lectura y escritura
Los niños utilizan su dedo índice para conocer sensorialmente cada letra a través del uso de letras contorneadas con papel de lija. Esto les ayuda a
reconocer las formas geométricas, al mismo tiempo que desarrolla su destreza y aprende las letras fonéticamente. Luego se
sustituye el dedo por un lápiz para más adelante, escribir.
El aprendizaje de la lectura y la escritura se logra en el niño de forma natural.
Al convivir e intercambiar experiencias con compañeros mayores que ya leen y
escriben, propicia en el niño su deseo de hacerlo. Según las habilidades e
intereses propios de su edad, se creará una atmósfera que favorece su desarrollo.
El niño aprende a asociar los números a las cantidades, trasladándose
gradualmente a formas más abstractas de representación. La educación temprana de este sentido, ayuda al niño a poner la
base para la lectura y el aprendizaje de las matemáticas. Las actividades desarrolladas con
los materiales sensoriales hacen que el niño pase “de lo concreto a lo abstracto” y le ayude a discriminar tamaños,
colores, formas, peso, etc.
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